ABB enseña a hablar y escribir a las máquinas
La multinacional ensaya el futuro de la compañía en su ‘smart lab’ y diseña con Microsoft una red de servicios en la nube
En Dalmine, en el smart lab de Asea Brown Boveri, ABB, la multinacional suiza con más de 135.000 empleados y presencia en 100 países, las máquinas hablan. Robots, paneles con miles de interruptores que imitan complejas instalaciones eléctricas de edificios e industrias, simuladores de tormentas, y entornos de realidad aumentada para operar de forma remota ante sucesos especialmente hostiles, se comunican con los operadores a través de millones de parámetros que los convierten en más fiables y predecibles.
La firma, con centros de producción en Bilbao (Bizkaia), Oiartzun (Gipuzkoa), Córdoba, Zaragoza y Sant Quirze del Valles (Barcelona), además de sede en Madrid y la central en Zurich, está volcada en la Industria 4.0, esa que persigue proporcionar información suficiente a los usuarios, no solo para conocer mejor como funcionan y el nivel de eficiencia de los dispositivos que fabrican, sino para aplicar un mantenimiento que denominan predictivo y que puede ahorrar mucho dinero y tiempo a las compañías que compran su tecnología.